CASTRA LEGIONIS



  La Asociación Hispania Romana  se creó con el ánimo de aprender e indagar en la historia y  vida de nuestros antepasados de hace 2000 años. Esto le da cierta particularidad respecto a otras asociaciones reconstruccionistas cuyos miembros disfrutan especialmente  "vistiendose" de romano sobre el asfalto en actividades públicas. No es que HR no participe en tal tipo de actividades para poder dar cumplimiento a su carácter divulgativo,  pero donde realmente la mayoría de sus socios se encuentra mas en su "salsa" es en este otro tipo de actividades privadas donde se intenta, en la medida de lo posible, acercarse, aun por unos pocos días, a las duras condiciones del pasado.








  Plásticos, alimentos pre-cocinados, envases modernos, medios eléctricos de iluminación, relojes ...  son sustituidos por  vasijas de cerámica, alimentos  consumidos en la época,  la tenue luz de una candela ( o exclusivamente de la luna), y el sol, o el desplazamiento de las estrellas, para calcular la hora.




   El cemento es sustituido por caminos o veredas pedregosas. En algún caso armamento, cota y túnica se carga sobre el escudo para vadear algún río y la caminata por tal o cual parque, en esta o aquella ciudad, se reemplaza por una dura marcha cargados con toda la impedimenta, en unos casos, o solo con el equipo de combate en otros,  durante una marcha kilométrica.





    Mas de una vez , con los primeros  rayos del sol, mientras la silueta de la antigua Numancia se dibujaba ya en el horizonte, la legio VIIII, desde los campamentos donde  acamparon un día las tropas de Novilior o Catón, el viejo  censor, se han equipado en el frío de la madrugada soriana para comenzar una marcha sobre la heroica ciudad .














   35-40 Kg de carga a la espada,  algo menos de 20 Km de caminata, entre  ida y vuelta , la vista aproximándose  de la ciudad que  resistió once largos años a las legiones de Roma, unos pocos frutos secos, tal vez algo de mulsum en la cantimplora ademas de una abundante ración de agua, quizás con unas gotas de vinagre,  y,   por fin, un ultimo gran esfuerzo, una carrera al asalto para culminar el cerro donde se asienta la




ciudad, dan a este mundo  de "recrear" otro punto de vista y otro interés  el de "revivir" ( en la medida de lo posible) una experiencia en el que se junta al camino meramente físico otro mas personal, el de la introspección. 



   Como en todo hay quien prefiere más la comodidad e intenta distraerse de alguna actividad campamental "desapareciendo" de la vista de los mandos. Siempre habrá cierta pugna entre los mas puristas y quien desea alguna comodidad quejándose de la dureza del suelo y el poco abrigo de un sagun sobre el cuerpo durante la gélida noche, pero al final siempre la experiencia ha sido altamente satisfactoria y a aquellos que reinciden año tras año los ha unido en una verdadera hermandad difícil de conseguir de otro modo.



   Todo esfuerzo tiene su recompensa y esta es mayor que las penurias, que indudablemente, año tras año, también se presentan. A veces el "escalpelum" (bisturí) del "medicus ordinarius"(el que acompañaba a la legión en desplazamiento ) ha tenido que actuar  a la sombra de alguna frondosa encina, como ya se hacia  2.000 años antes, para aliviar las lesiones producidas por la marcha, o los compañeros han tenido que elevar sus escudos a modo de parasol ante un imprevisto golpe de calor .




No importa,  golpes, heridas,  ampollas, el cansancio, en algún momento hasta la extenuación, nada importa siempre al final , os lo dice un veterano, la experiencia merece grandemente la pena.